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Política

La intendencia de Hurlingham organiza "guardias militantes" en la casa de CFK

2 julio, 2025

La gestión de Damián Selci atraviesa una de sus peores crisis. Sin embargo, parte del presupuesto municipal se destina a financiar "guardias militantes" en apoyo a Cristina Kirchner, a 20 kilómetros del abandono de Hurlingham.

Hurlingham atraviesa una crisis profunda. Pero los vecinos del municipio y el intendente Damián Selci lo saben: el índice de desaprobación de su gestión es cercano al 60%. Mientras tanto, Hurlingham padece el caos: las escuelas públicas sin calefacción suficiente, las calles tan destruidas por los baches, los hospitales del PAMI donde solo funcionan los consultorios externos y la inseguridad no son ningún secreto para los hurlinghenses.

Sin embargo, en medio de este deterioro, una parte de los fondos municipales se destinan a costear “guardias militantes” que La Cámpora despliega frente a la casa donde está detenida Cristina Kirchner en la ciudad de Buenos Aires. Participan militantes de La Cámpora, empleados afines del municipio y dirigentes vinculados a la intendencia. Los trasladan en micros que parten desde Hurlingham hasta el barrio de Monserrat: ese viaje tiene un costo mínimo de $150.000 por el alquiler de cada unidad, según cuentan los organizadores de los traslados.

Los militantes camporistas que integran estas “guardias” viajan hasta el barrio porteño de Monserrat, entonan cánticos de apoyo, agitan al público presente y recrean la mística camporista de otros tiempos. Según los militantes, hasta el momento se han realizado cinco viajes de ida y vuelta de Hurlingham, aunque no pierden la expectativa de que las “guardias militantes” continúen.

Por supuesto, no hay nada ilegal en la participación política y el reclamo por lo que algunos consideran que es una prisión injusta. El problema surge cuando la logística “populista” del reclamo se gestiona y financia con recursos que pertenecen a todos los vecinos. Existe así un claro conflicto entre el interés particular de un sector político y las necesidades urgentes de toda una comunidad.

Considerando que en el Jardín Maternal Número 8 de Villa Tesei, donde los padres llevan a nenes de entre 1 y 2 años, las clases continúan realizándose en plena ola de frío polar sin calefacción, sin conexiones eléctricas adecuadas y sin los techos adeudados sobre los patios de juego, el malestar de los vecinos de Hurlingham es comprensible.

Pero no para Selci, que financia estas movilizaciones mientras el municipio carece de mantenimiento, seguridad, atención médica y educación adecuada. Pero quizás estos dilemas resulten irrelevantes para el propio intendente, que en su libro “Teoría de la militancia. Organización y poder popular”, afirma que “si perdemos al populismo, perdemos todo”.

Teorías aparte, los gastos vinculados a transporte, logística y organización de estas “guardias militantes” forman parte de la partida municipal. Y si se continúan organizando más viajes, el total ascendería a cifras que podrían cubrir necesidades básicas como ambulancias, reparación de escuelas o patrullaje en zonas vulnerables.

“Debemos unirnos todos para enfrentar a los parásitos y derrotarlos, lo que —en el lenguaje hogareño del populismo— significa echarlos de casa. Una vez que hagamos esto, alcanzaremos la plenitud”, afirma el propio intendente de Hurlingham en su libro sobre cómo encarar acciones políticas que, al parecer, ahora pagan los vecinos del municipio.

Selci aparece en su cuenta de X admitiendo la coordinación de estos despliegues. En un post, pide a sus seguidores que acompañen la “guardia” frente al domicilio de la expresidenta en Monserrat. En otro, destaca la importancia de mantener presencia diaria “en la puerta donde está Cristina”. Así, el intendente se convierte en el organizador de una acción política partidaria financiada con presupuesto público.

“Evidentemente hay que hacerse chavista”, afirmaba Selci en su “Teoría de la militancia”. Pero la pregunta es, ¿es este el momento más oportuno para que los vecinos de Hurlingham financien el “populismo” y el “chavismo” de Selci?

Estas movilizaciones, sin duda, refuerzan la imagen de La Cámpora, pero empeoran la situación de Hurlingham. El distrito no necesita cánticos ni agitación ideológica: necesita seguridad, mejor salud pública y servicios en condiciones dignas. Financiar campañas políticas de autopromoción militante con dinero municipal no parece el mejor rumbo para el interés común.

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