La intendencia encabezada por Mauro García, junto a la familia Kubar, clausuran un salón vecinal que suplía el desamparo y el abandono que sufren las familias ante el crecimiento de la inseguridad y la falta de servicios básicos.
El hecho ocurrió en un lote fiscal en el barrio San Carlos, el predio está ubicado sobre la calle Soler entre Viamonte y Las Heras, y había sufrido varios intentos de toma por gente de otros lugares. Además del peligro de ser usurpado, el terreno corría riesgo de convertirse en un baldío que aumente la ya de por sí complicada situación de inseguridad que sufren los vecinos. Ante esta situación y el total abandono por parte del municipio, las familias decidieron organizarse para comenzar una serie de mejoras del lugar: desde cortar el césped, destapar las zanjas, rellenar el suelo y darle iluminación.
En poco tiempo y con el trabajo desinteresado de la comunidad, lo que estaba a punto de convertirse en un antro de delincuencia y mugre, cuando no en una villa miseria, se transformó en un parque recreativo para los niños del barrio. Y como lo habían hecho los propios vecinos, todos lo cuidaban como propio. Con la idea de seguir mejorando el lugar, y para prevenir nuevos intentos de toma, el siguiente paso de las familias fue construir, con sus propios medios y sin ningún tipo de ayuda municipal, un salón de usos múltiples que sirviera para reuniones, para que los chicos pudieran hacer sus tareas escolares y como espacio comunitario del barrio.
Sin embargo, con la intención de clausurar la obra de los vecinos, el 31 de mayo se hicieron presentes en el barrio, por primera vez en su vida, los concejales Natalia Ruiz de Kubar y Ricardo "Ricky" Núñez, de Compromiso por General Rodríguez, junto a la inspectora municipal Daniela Jaime, y prepotearon a la gente e intentaron amedrentarla. En un video tomado por un vecino, se ve de qué manera las familias le reclaman no haber ido nunca antes a su barrio para ayudarlos y ahora aparecen para atacarlos. Finalmente, el 7 de junio tuvieron la peor noticia: el municipio y el Concejo Deliberante, que habían olvidado sus responsabilidades para con los vecinos, clausuraban la obra.
Trama política y sesión del Concejo Deliberante
La política unida de General Rodríguez mostró su peor cara: indiferencia ante la vida de su gente pero intervención decidida y prepotente para obstruir y amedrentar cuando las familias se organizan para hacer lo que el municipio debería garantizar y no hace. En este caso, lo llamativo es que no solo Mauro García el intendente es el responsable, sino que concejales de la supuesta “oposición” a la intendencia actuaron de manera conjunta y coordinada.
Para mayor escándalo, en la sesión del Honorable Concejo Deliberante del día 12 de junio, en vez de ocuparse de los problemas reales de los vecinos de Rodríguez (que son muchos) y bajo argumentos absurdos, la concejal Natalia Ruiz de Kubar acusó de estar detrás de la organización vecinal a Federico Aliaga, un referente político joven que según lo que afirman varias fuentes pretende irrumpir en la política local. Agregan que ya sumó a su fuerza a decenas de espacios sociales y vecinales que no encuentran en las viejas caras y en las viejas formas de hacer política nada que los contenga. Al parecer, esto puso nervioso a más de uno del poder local y las consecuencias las terminan pagando los vecinos.
Esperemos que la vieja política de General Rodríguez, en vez de reaccionar de forma corporativa en defensa de sus privilegios, tenga la grandeza de no tomar a los vecinos de rehenes de sus disputas y sus mezquindades, y que el miedo de perder posiciones en el esquema de poder local no sea descargado contra familias que lo único que tienen es el sueño de vivir mejor, y trabajan para lograrlo.
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