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Política

Ghi apuesta por la unidad y Sabbatella vuelve a dividir al peronismo en Morón

7 agosto, 2025

Mientras el intendente Lucas Ghi insiste en una lista que fortalezca al peronismo bonaerense y sume votos a nivel provincial, Martín Sabbatella volvió a jugar por fuera.

¿Por qué Morón no tiene todavía una lista oficial de concejales del peronismo? Un corte de luz. Una prórroga judicial. Dos listas que debían ser una. Y una pregunta inevitable: ¿por qué Martín Sabbatella, una vez más, apuesta a romper la unidad del peronismo en Morón? El sábado 19 y domingo 20 de julio, la sede de la Junta Electoral bonaerense en La Plata quedó sin electricidad. Eran los días clave para presentar las listas de candidatos para las elecciones de septiembre. Pero la falta de energía interrumpió el proceso habitual y forzó a las autoridades a extender el plazo de cierre de listas hasta el lunes 21.

El lunes, tras horas de idas y vueltas, se logró la lista de unidad de Fuerza Patria en Morón que debía representar el acuerdo entre el intendente Lucas Ghi y el exintendente Martín Sabbatella. Sin embargo, para la justicia electoral, esa lista hoy simplemente no existe y fue desestimada porque no fue presentada adecuadamente.

¿Casualidad? ¿Desorganización? ¿O una jugada deliberada para embarrar el escenario político local y conservar cuotas de poder que ya no se justifican? Sabbatella, fundador de Nuevo Encuentro, optó por una estrategia confusa y que abre interrogantes dentro y fuera del municipio, aunque su efecto inmediato ya es una marca registrada: dividir.

Como en elecciones anteriores, su apuesta fue sembrar internas. Y en lugar de fortalecer el armado provincial, priorizar sus propios intereses. El resultado es que ahora hay dos listas presentadas por separado. Una con el sello de Ghi y otra con la firma de Sabbatella.

Desde el entorno del jefe comunal de Morón lo explican con claridad: “Se presentaron todos los documentos en tiempo y forma para oficializar la lista de unidad. Ahora estamos esperando la habilitación judicial”. La expectativa en el oficialismo local es lograr el aval de la Junta Electoral en las próximas horas. Pero si eso no ocurre antes del viernes 8 de agosto, fecha límite para la presentación de las boletas definitivas, Ghi está dispuesto a jugar con “lista corta”, es decir, sin tramo legislativo provincial. Esto implicaría no poder acompañar la candidatura a senador de Gabriel Katopodis, parte del plan original de unidad con proyección seccional.

¿Quién se beneficia con esta ruptura? ¿Quién apuesta por debilitar el único espacio que, a pesar de los desafíos, sigue gobernando con respaldo popular en Morón? Las respuestas apuntan al mismo lugar: Sabbatella. O mejor dicho, al sabbatellismo residual, ese entramado de cargos, contratos y favores que todavía intenta sobrevivir en la administración pública a costa del trabajo genuino de sus habitantes. Algunos lo dicen sin vueltas: la prioridad de Sabbatella no es la gestión, sino proteger a los “ñoquis” de siempre.

Mientras tanto, Ghi sigue gestionando. Y haciendo política. Su equipo técnico entregó cada papel requerido por la Junta Electoral. Su entorno habla de una “espera activa”, con todos los escenarios contemplados, incluso el de presentar un amparo si la habilitación oficial no llega. Pero nadie oculta el malestar: “Todo es muy raro en estas elecciones”, deslizan en off desde el municipio.

Raro, sí. Especialmente cuando las decisiones judiciales o las omisiones políticas terminan favoreciendo a quienes más han hecho por dividir. El peronismo bonaerense, en su versión realista y de gestión, vuelve a enfrentar las viejas trampas del personalismo y las aventuras sectarias. Esta vez, en Morón, con el mismo protagonista de siempre.