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Política

Damián Selci en caída libre: es el peor intendente del conurbano

20 junio, 2025

Mientras La Cámpora insiste con su mística militante, la gestión de Damián Selci se derrumba y una encuesta lo confirma como el intendente con peor aprobación del conurbano.

Damián Selci no logra levantar cabeza. Su imagen cae encuesta tras encuesta y lo ubica entre los intendentes con peor evaluación del conurbano bonaerense. En el último relevamiento realizado por CB Consultora, Selci está último con cerca del 60% de imagen negativa. Pero el retroceso no es nuevo ni aislado: confirma una tendencia que ya señalaban otras mediciones previas y que hoy se vuelve difícil de disimular.

El contraste es marcado. Mientras La Cámpora apela a una épica militante cargada de símbolos, mística universitaria y consignas heredadas, la gestión concreta de sus dirigentes en los territorios parece decir otra cosa. La distancia entre el discurso y los hechos se hace cada vez más evidente en distritos donde gobiernan referentes del espacio. En Hurlingham, Selci es hoy la expresión más palpable de esa contradicción.

El informe de CB no deja lugar a dudas. El 55,3% de los vecinos desaprueba su gestión, y la magra imagen positiva es aún menor que el mes anterior. La diferencia negativa de más de 17 puntos lo ubica como el intendente con mayor nivel de rechazo. Pero además de estar mal posicionado, Selci es uno de los jefes comunales que más cayó en imagen en los últimos meses.

La caída no es solo responsabilidad de factores externos. En Hurlingham crecen las críticas por la falta de obras visibles, la desorganización en áreas clave del municipio y la escasa presencia territorial del intendente. A eso se suma el estilo verticalista de conducción que ha generado conflictos internos incluso dentro del peronismo local.

A nivel provincial, el fenómeno se repite. Los intendentes identificados con La Cámpora son los que más preocupan en el oficialismo. La narrativa épica que supieron construir en sus inicios parece desgastada frente a los desafíos reales de gobernar. En contraposición, intendentes peronistas que tienen marcadas diferencias con el sector de Máximo Kirchner, como Fernando Gray o Julio Zamora, están entre los más valorados.

En un contexto de crisis económica y malestar social, los votantes parecen menos dispuestos a aceptar el vacío entre el discurso y la gestión. La figura del intendente militante, formado en la universidad pública y vinculado a la militancia estudiantil, choca con las exigencias inmediatas de los vecinos: seguridad, salud, recolección de residuos, obras. Servicios básicos que, cuando faltan, erosionan cualquier capital simbólico acumulado.

La caída de Selci no es sólo un problema local. Es un espejo de lo que ocurre cuando el relato no alcanza. Y ante eso, ni los afiches ni los anuncios vacíos con estética progresista logran tapar el fastidio.