Sospechan de militantes de Nuevo Encuentro que acusan persecución política luego de ser despedidos del municipio al descubrirse que no cumplían el horario ni tenían tareas asignadas. Los intentos de recuperar terreno de Sabbatella vuelven a tomar fuerza.
El conflicto político en Morón volvió a encenderse luego de que el municipio denunciara actos de vandalismo en el edificio comunal y en el hospital local. Los incidentes estarían vinculados a un grupo de militantes de Nuevo Encuentro que en los últimos días protagonizó protestas tras la decisión del intendente Lucas Ghi de despedir a varios trabajadores municipales.
Los cesanteados habían sido señalados en una auditoría interna que detectó incumplimientos reiterados de horario y ausencia de tareas concretas. La situación fue tan contundente que el propio gremio municipal evitó defenderlos, lo que empujó a los afectados a buscar respaldo político en el líder de Nuevo Encuentro, Martín Sabbatella.
Esta movida puede interpretarse como un intento de capitalizar el conflicto por parte de Sabbatella para reposicionarse y recuperar influencia en su antigua bastonera política. Señalan también que el episodio forma parte de una estrategia más amplia para presionar al oficialismo local y tensionar al peronismo alineado con Axel Kicillof a nivel provincial.
Mientras el municipio refuerza la seguridad y evalúa medidas disciplinarias, el clima interno se mantiene tenso y las acusaciones cruzadas siguen escalando.
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